LA CASA SANTOMÉ DE MONDOÑEDO

 

                                        Para el presente artículo: © Andrés García Doural & Abel Vigo García

 

Casa Grande de la familia Santomé - Pazo Santomé, Mondoñedo

INTRODUCCIÓN.

El origen del linaje de los SANTOMÉ se documenta en el solar de Santomé de la feligresía de Santo Tomé del valle de Lourenzá, siendo Pedro López Santomé quien recibió la primera carta ejecutoría de hidalguía, despachada por la Sala de Hijosdalgos de la Real Chancillería de Valladolid el 20 de diciembre de 1484.

Escudo heráldico de los Santomé, en Santo Tomé - Lourenzá

Desde este solar, autentica cuna del linaje, la descendencia se esparce por las parroquias de San Xurxo, San Adriano y Santa María de Valdeflores de Lourenzá (Cuba Regueira, A. Mª y Novo Cazón, J. L., A Liñaxe Fidalga dos Santomé, Serie Biblioteca Chairega, n.º24, pág. 8, Instituto de Estudos Chairegos, Vilalba, 2014).

Así, de esta importante familia, nos encontramos con: simples campesinos, foreros, canónigos, mercaderes de lienzos, fabricantes de loza, escribanos, regidores, presbíteros patrimonialistas, monjas, militares, emigrantes, etc.

De todos ellos, a la ciudad de Mondoñedo, llegaron miembros de esta conocida familia en el último tercio del siglo XVIII. En esta ocasión hablaremos de D. Francisco Santomé y Aguiar.

Escudo situado en la fachada del Pazo Santomé - Mondoñedo

 

“Este Solar y estas armas las

ganaron por la fe, naturales y oriundos

del Solar de Santomé y, siendo

El Rey noticioso de hazañas tan

bien vistas, cinco leones les dio,

los que en sus armas pintan”

 

Escudo situado en la fachada del Pazo Santomé - Mondoñedo

¿QUIÉN ERA FRANCISCO SANTOMÉ Y AGUIAR?

D. Claudio Francisco de los Santos Santomé y Aguiar nació el 2 de noviembre de 1743 en el lugar de “O Hedreiro” de la parroquia de San Martín de Xubia, pero hacía 1747 residía en compañía de sus padres en la casa solariega de Santomé, en el barrio de Alaxe, de la parroquia de San Xurxo de Lourenzá.

Era hijo de Francisco Santomé (1704-1759) y Benita Robles Anello (1713-1752). Al fallecer tan pronto sus padres y al ser todos los hijos de corta edad, su tío, D. Antonio López Santomé hizo las funciones de cumplidor y tutor.

Escudo de la casa Santomé en Alaxe - Lourenzá

D. Francisco fue colegial de San Jerónimo en la Universidad de Santiago (Cuba Regueira, A. Mª y Novo Cazón, J. L., A Liñaxe Fidalga dos Santomé, Serie Biblioteca Chairega, n.º24, pág. 34, Instituto de Estudos Chairegos, Vilalba, 2014). Este centro sería suprimido en 1840.

El 7 de mayo de 1770 se casa en la parroquia de Santiago de Mondoñedo con Dª María Josefa de Vélez Puga, con la que procreo once hijos.

Dª María Josefa era hija del Licenciado D. Manuel Iravedra y Puga, difunto y de Dª Josefa de Vélez Mendoza. Era nieta de D. Diego Iravedra y Puga y de Dª Isabel Saavedra y Villarino.

Fueron testigos del enlace matrimonial: D. Gregorio Remigio Miranda, D. Lorenzo Miranda y D. Ramón Miranda, vecinos de la villa de Ribadeo (AHDMF – Parroquia de Santiago de Mondoñedo, libro 3 de matrimonios, folio 175 y 175v).

Entre 1777 y 1778 el matrimonio y sus hijos ya figuran como vecinos de la ciudad de Mondoñedo. En 1813 vivían los siguientes hijos: 

1-Lorenzo Ramón

2-María del Carmen

3-Manuel

4-Félix

5-Ignacio

6-Santiago

Además de tan amplia descendencia, D. Francisco Santomé procreo una hija fuera del matrimonio con su parienta Juana Díaz de Labrada de Castrodouro, también llamada Juana, a la que llegó a dotar espléndidamente. Hija que se casó con D. José Sanjurjo Montenegro, vecino de S. Lorenzo de Árbol.

 

D. FRANCISCO SANTOMÉ, REGIDOR DE MONDOÑEDO

El 17 de diciembre de 1782 la Corporación mindoniense estaba formada por: D. Andrés Antonio Aguiar Montenegro, regidor más antiguo, que hace de Alcalde Mayor y Presidente, por no hacerlo en propiedad D. José Osorio Rebellón; D. Gil Sánchez de la Peña, D. Alejo Arias Somoza, D. José Ramón Miranda, D. José María Moscoso, D. Francisco Losada Quiroga y D. Francisco Santomé y Aguiar.

Al año siguiente, 1783, figuran como Diputados de Sisas, D. Andrés Antonio Aguiar Montenegro y D. Francisco Santomé Aguiar.

Firma de D. Francisco Santomé y Aguiar

En este mismo año, D. Francisco Santomé y Aguiar ya figura como Regidor perpetuo del Ayuntamiento de Mondoñedo, cargo que no le impidió administrar su valioso patrimonio y adquirir nuevos bienes.

Del mismo modo que forma parte de la vida social de la ciudad, como se aprecia en su asistencia a la toma de posesión del nuevo obispo, por poner un ejemplo. Fue el 19 de septiembre de 1816 cuando el deán de la catedral de Lugo, D. Luís María Ramos, tomó posesión de la diócesis mindoniense en nombre del prelado D. Bartolomé Cienfuegos. Entre los testigos asistentes al solemne acto figuran D. Pedro Luís Baamonde, brigadier de los Reales Ejércitos, D. Francisco Santomé y D. Enrique Posada Pardo, regidores de Mondoñedo, junto con el guardián del Rosal (Alcántara) y el padre ministro de Villaoriente (Picos) (Cal Pardo, E., Episcopologio Mindoniense, col. Anejos de Cuadernos de Estudios Gallegos, n.º 28, pág. 850, Santiago de Compostela, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2003).

Cabe señalar, unos años atrás, corría el 1813, poco antes del fallecimiento de su esposa cuando ésta ya “estaba postrada en cama de enfermedad natural”, que otorgaron testamento conjunto ambos cónyuges, instituyendo por herederos únicos y universales a sus seis hijos:

1.      D. Lorenzo, casado con Dª Antonia Lourido y que falleció el 10 de mayo de 1819;

2.      Dª María del Carmen, casada en Ferrol con el arquitecto D. Miguel Ángel Uría y Larrañaga, fallecida el 20 de enero de 1819.

3.      D. Manuel, cura párroco de San Esteban de Oirán, que falleció el 24 de marzo de 1859.

4.      D. Félix, fallecido el 5 de junio de 1819.

5.      D. Ignacio Pascual Pedro, nacido el 14 de mayo de 1787 y fallecido el 10 de noviembre de 1858.

6.      Santiago Pascual Simón, nacido el 29 de septiembre de 1790 y fallecido el 17 de mayo de 1855.


Dª Josefa Vélez de Puga falleció en Mondoñedo el 6 de noviembre de 1815.

A modo de curiosidad, es preceptivo indicar que de casualidad, buscando unos datos de antepasados de la familia Noriega Varela de Mondoñedo, nos encontramos la anotación de defunción de D. Francisco Santomé y Aguiar en la parroquia de San Julián del Ferrol. D. Francisco Santomé falleció el 2 de agosto de 1821. Hacía pocos días que había llegado a esta ciudad procedente de Mondoñedo a visitar a su yerno y nietos.

 

LA EDIFICACIÓN DE LA CALLE HOLANDILLAS

La acción más vistosa que realizó durante su vida y de la que quedó una huella más duradera fue la construcción de una noble edificación en la calle Holandillas (actual de Julia Pardo Montenegro) de Mondoñedo.

En el solar de esta nueva edificación existía una casa muy deteriorada, propiedad de D. Javier García Parga y Baamonde (Señor del pazo de Casanova en San Salvador de Parga) que en su momento describían de tal modo:

 “que se compone de dos altos, la que se halla arruinada y próxima a venirse al suelo, por cuyo motivo desde ha algunos tiempos a esta parte no ha tenido ni tiene sujeto que la habite, y cuando los inquilinos lo hacían le pagaban de renta en cada un año por la mencionada casa, huerta, tarreo, y parra veinte y siete ducados…Igualmente le corresponde una pieza de tierra, sembradura una fanega, unida a la referida huerta, que solo se divide en la cabecera por la pared de piedra que separa la una de la otra”.


Escudo heráldico, de los llamados acuartelados, colocado en la fachada principal del Pazo de Casanova de la parroquia de San Salvador de Parga (Guitiriz). En el primer campo: un águila coronada de los Pardo. En el segundo campo: una M de los Montenegro. En el tercer campo: otra M y tres peces de los Baamonde. En el cuarto campo, en forma de escusón: las tres fajas de los Parga. En: DYebra y Ares, A. B, Pazos y Señoríos de la Provincia de Lugo, Tomo II, pág. 69, Diputación Provincial de Lugo, Lugo, 2012

Esta deteriorada edificación, la huerta y la pieza de heredad ya habían sido aforadas el 7 de julio de 1796 al escribano Blas de Candía por el tiempo de 200 años, por un importe anual de 29 ducados, además, del compromiso “de reparar y componer la motivada casa y librarla de los peligros y amenazas a que esta está expuesta sin que pueda precisar al otorgante a la responsabilidad con que se le quería conminar por razón de la tal demolición”.

El 3 de enero de 1799 “por no hallarme con medios bastantes para reedificarla, a fin de evitar los daños que puedan seguirse, traté con el señor don Francisco Santomé y Aguiar para que me tomase el expuesto foro en la misma conformidad que yo lo recibí y acepte, y, como condescendiese a ello, desde luego en uso de mi derecho y del que pudiesen tener mis hijos, herederos y sucesores, cedo, renuncio y traspaso en el mencionado don Francisco Santomé y Aguiar, regidor perpetuo y vecino de esta anotada ciudad, su mujer y herederos la expresada casa, huerta y pieza de tierra que me dio en foro don Javier García Parga y Vaamonde”.

Ese mismo año, en las proximidades de la edificación, el 7 de abril de 1799, D. Francisco adquirió otra parcela de huerta, cuyo dominio pertenecía a la mitra.

Poco más tarde, a mediados del año 1802, ya estaba levantada la noble edificación de la calle Holandillas, quedándole tiempo para reparar la cerca de una huerta situada en flanco occidental de la misma (Cuba Regueira, A. Mª y Novo Cazón, J. L.,, A Liñaxe Fidalga dos Santomé, Serie Biblioteca Chairega, n.º24, págs. 120-121, Instituto de Estudos Chairegos, Vilalba, 2014).

Detalle del pasamanos de madera del Pazo Santomé

Muerto D. Francisco, su cuantiosa hacienda fue valorada en trescientos catorce mil ciento sesenta y un reales: de ellos, ciento sesenta mil diez correspondían a los vínculos de la casa y los doscientos treinta y cuatro mil ciento cincuenta y seis restantes a los libres.

El caserón de la calle Holandillas, señalado con el número 6, y los terrenos circundantes permanecieron indivisos hasta el año 1843 (Cuba Regueira, A. Mª y Novo Cazón, J. L., A Liñaxe Fidalga dos Santomé, Serie Biblioteca Chairega, n.º24, pág. 124, Instituto de Estudos Chairegos, Vilalba, 2014).

Será uno de los herederos, su hijo D. Manuel Santomé, presbítero en la parroquia de San Esteban de Oirán, quien, al no ver conveniente que permanecieran más tiempo proindivisos estos bienes, acudió al juzgado, solicitando se procediese a la partija solicitada por medio de peritos y de forma ordinaria.

Para ello fue nombrado y aceptado el perito D. Francisco Esteban García de la Andina, maestro de carpintería y mampostería, vecino de la villa de Ribadeo, el cual, habiendo aceptado y jurado su encargo, después de reconocer la edificación, aseguró el 8 de noviembre de 1843 que tenía fácil división, en cinco partes. El expediente describe las propiedades como sigue:

·         Primeramente, reconoció la caballeriza, sita a la derecha según se entra en el portal de la casa, que tiene dos puertas, una en dicho portal y la otra en la calle, la que se halla con dos pesebres, con sus correspondientes divisiones en piedra y “tinglados” para la hierba.

·         Una bodega situada en el piso terrero de la casa, que tiene entrada a la derecha de la escalera del portal, parte de ella baldosada de piedra, con el servicio por una escalera que sale a la habitación de los criados.

·         Una cuadra de los cerdos, que tiene dos entradas, una por la calle y otra por el portal, a la izquierda, según se entra en la casa. Otra cuadra, situada en medio de la anterior.

·         Una bodega en la misma acera de la que antecede, que tiene servicio por el comedor y corral.

·         Un cuarto y gabinete situados al mediodía de la casa, que tiene la entrada a la derecha del primer piso alto y se comunica con la oficina de la siguiente partida. Un comedor, con inclusión de alacenas y del tránsito que va a la cocina. La cocina principal, con despensa, alacenas y estantes.

·         La sala y el gabinete que tiene entrada a la izquierda según se sube al primer piso alto, conocida por la sala de labor.

·         Los cuartos que llaman de los criados, situados a la espalda de las anteriores oficinas. La sala principal y la mitad del balcón de hierro situada en el segundo piso alto, a la parte del nordés. El desván, que está sobre la misma sala y tiene entrada a la izquierda por el último piso, según se sube.

·         La sala segunda, que se halla situada a la parte del mediodía, en el segundo piso alto. El desván que está sobre la sala anteriormente citada y tiene entrada a la derecha según se sube al último piso.

·         Dos cuartos, uno de ellos con cocina francesa, situada a la espalda de la sala principal. Un cuarto con dos alcobas, que se halla a la espalda de la sala segunda, sobre el comedor.

·         El cabanón, que está en el corralón de la casa, para el servicio de leñas y otras cosas. Otro cabanón, que se halla unido, en la parte inferior, con pesebre de piedra y cerrado de tabla vieja, frente a la puerta de la huerta grande. Otro cabanón, que se halla unido al anterior por la parte superior y bajo un mismo techo.

·         Cinco cuartillos de terreno inculto, con un gallinero o palomar, demarcados desde la esquina de la casa, a la muralla de la huerta grande. Dos cuartillos y un tercio de otro, de tierra labradía, sito a la parte inferior de la casa, calle en medio, que hacía de plazuela.

·         La huerta grande, amurallada de pared, que compone sesenta y siete cuartillos y medio en sembradura. Nueve cuartillos de huerta, situada a la parte superior del corralón.

En la fecha anteriormente citada, estos bienes fueron tasados en cuarenta y cinco mil ciento quince reales y divididos entre los cinco herederos, le correspondió a cada uno de ellos nueve mil veintitrés reales (AHPL – Protocolos notariales de D. Fernando Paz Vivero, sig. 5619-2).

 

ALGUNOS APUNTES DE SUS DESCENDIENTES

D. Lorenzo Santomé

D. Lorenzo, primogénito, se casó en 1808 con Antonia Lourido y Villar, vecina de Ribadeo. Era hija de D. Bernardo Lourido, capitán del Regimiento Provincial de Mondoñedo y de Dª Luisa Cartabío Villar y Figueroa. D. Lorenzo Santomé falleció en 1821. De su matrimonio quedaban cuatro hijos: D. Ramón, Dª María del Carmen, Dª Antonia y Dª Modesta.

 

Dª María del Carmen Puga Santomé

Dª María del Carmen Puga Santomé se casó con el arquitecto D. Miguel Ángel Uría Larrañaga (1772 – 1836), natural de Azkoitia (Guipúzcoa) y fijo su residencia en la calle San Benito de la ciudad departamental de Ferrol. D. Miguel Ángel se había formado en la Real Academia de Bellas Artes de S. Fernando y había dirigido unas importantes obras en Mondoñedo y Sargadelos. Arquitecto municipal e ingeniero hidráulico del Arsenal de Ferrol.

Dª María del Carmen falleció, tras larga enfermedad, el 20 de enero de 1819 en Ferrol. Le quedaron de su matrimonio seis hijos llamados: D. José Ramón, D. Félix, D. Francisco, D. Juan José, Dª María Josefa y D. Ángel Uría Santomé (AHDMF - libro de defunciones de la parroquia de San Julián del Ferrol).

 

Primer Comandante, Coronel D. Juan Uría y Santomé. Año de 1861. Hijo de Dª María del Carmen Puga Santomé y D. Miguel Ángel Uría Larrañaga

D. Ignacio Santomé

D. Ignacio, fue bautizado en la parroquia de Santiago de Mondoñedo el 14 de mayo de 1787. D. Ignacio Santomé continuó la carrera de las armas. En 1810 figura como cadete en la segunda sección de la compañía de tiradores del Regimiento Provincial de Mondoñedo (AHAM - carpeta 2077, Regimiento de Milicias.).

D. Ignacio participa en la Revolución de 1820 en Galicia. Su nombre figura entre una amplia relación de oficiales apresados con su general D. Juan Díaz Porlier. En 1821 ocupa el cargo de ayudante de Estado Mayor en la Plaza de Ferrol. Estaba en posesión de la Cruz de la Real y Militar orden de San Hermenegildo.

Retirado con el empleo de Teniente de Infantería, regresó a Mondoñedo en 1839, residiendo en la casa de la calle Holandillas, en compañía de su criada Manuela Jabariz, natural de San Adriano de Lourenzá, a la que declararía su heredera en atención “al cariño con que me sirvió y sirve”. En el año 1856, ya era pensionista (El Teniente Santomé” en Blogoteca: Miscelánea Mindoniense, 30 abril de 2020: http://blogoteca.com/doural/index.php?cod=156263).

D. Ignacio falleció el 10 de octubre de 1858, en estado de soltería, a los 71 años de edad. Había testado el 20 de marzo de 1848 ante D. Pascual Faraldo y el 31 de enero de 1850 ante D. Fernando Lago. En un apartado de su testamento dice: “dejo las escopetas y pertrechos de caza a mi hermano D. Manuel, cura párroco de San Esteban de Oirán”.

 

D. Santiago Santomé

D. Santiago, nacido en 1790 en Mondoñedo. Fue presbítero patrimonialista. Fue cura ecónomo en Santa María de Otero y San Salvador de Pacios, San Martín de Corbelle y en San Juan de Villarente. Y, además de todo ello, debemos indicar que una parte de su tiempo libre lo dedicó al trato esporádico en ganado equino.

D. Santiago falleció en San Juan de Villarente (Abadín) el 17 de mayo de 1855. Otorgó testamento el 31 de enero de 1850 por ante el Notario D. Ramón Martínez de Santiago de Vilaodriz (actual Pontenova). Según su testamento, D. Santiago disponía de un lugar en Cima de Vila (Vilamor), una parte importante en la casa principal y huertas, el prado de Cabana de Vella y el de Rabo de Golpe (cerca del barrio de Pelourín), una caseta en La Rocha de Vélez, un tarreo en Los Castros y otros bienes que se subastarían para sufragios y limosna a pobres (AHPL – Protocolos notariales de D. Ramón Marínez, sig. 2096-3).

 

D. Manuel Santomé

D. Manuel Santomé falleció en Oirán el 24 de marzo de 1859, a consecuencia de fiebre catarral, cuando contaba con 78 años de edad. Otorgó testamento el 6 de septiembre de 1855 ante el Notario D. Juan José Salvatierra, vecino de Vilamar, parroquia de San Xusto de Cabarcos. Dispuso, entre otras cosas:

que a los caseros y colonos suyos se les de treinta y seis fanegas de maíz y centeno, que después de la muerte de su criada María del Carmen Rodríguez Vizoso, el lugar o caserío, con sus agregados, denominado de Teijeiro, en la parroquia de San Jorge, se venda con la pensión perpetua de una arroba de aceite para alumbrar del Santísimo Sacramento en esta de Oirán. Que el resto de sus bienes inmuebles se vendan con la pensión perpetua de pagar anualmente el primero de enero una función fúnebre con asistencia de seis sacerdotes” (AHDMF – Parroquia de San Estebo de Oirán, libro 4 de defunciones, folios 25 y 26).

 

D. Félix Santomé

D. Félix Santomé, falleció soltero, cuando apenas superaba los cuarenta años.

 

Dª María del Carmen Santomé Lourido –nieta de D. Francisco Santomé-

Como nos aporta algunos datos muy interesantes de la edificación de la calle Holandillas y de otras propiedades de la familia, extraemos unos apuntes del testamento de una nieta de D. Francisco Santomé.

El 18 de enero de 1878 falleció en su domicilio de la calle Progreso de Mondoñedo Dª María del Carmen Santomé Lourido, de unos 72 años de edad, célibe, sin sucesión. Testó el 14 de marzo de 1874.

En uno de los apartados de su testamento dice:

“Mando a mi criada Ramona do Rego, por su fidelidad, por los días de su vida, seis fanegas de trigo anuales, parte del desván de la Casa Grande de Santomé, según le corresponde en la calle Holandillas, medio ferrado de huerta, de diez y seis cuartillos de heredad en Rabo de Golpe, extramuros de la ciudad, con la obligación de ponerle alumbrado en su nicho el día de difuntos, sin que se pueda enajenar esta finca.

A Jesús Rego, sobrino de Ramona, que vivía en su compañía, le legata para siempre un ferrado que paga por foro anualmente un tal capitán del lugar de Requeijo, por el directo dominio de varios bienes, que radican en el lugar de Adellao, parroquia de San Jorge del Valle de Lorenzana. A Manuel Vidarte del mismo San Jorge el lugar y caserío da Chiela, término de Arrojo. A su ahijada María del Carmen Vidarte, hija del anterior, una finca que redime anualmente una fanega de centeno. Era su apoderado D. Camilo García, perito agrimensor.

A Dª Milagros Uría, su sobrina, vecina de Ferrol, parte de la casa que tiene en la calle Holandillas, con la obligación de darle para vivir a su criada Ramona la parte del desván de que queda hecho mérito y el dicho trozo de huerta.

Toda la herencia restante: una cuarta parte “in perpetuam” a su primo D. Juan Uría, vecino de la ciudad de la Coruña y las tres restantes a sus sobrinas Dª Trinidad y Dª Milagros Uría, hermanas, vecinas de Ferrol, con la obligación a una y otras de no poder enajenarlos y recaigan en sus descendientes” (ADMF – Parroquia de Santiago de Mondoñedo, libro 22 de defunciones, folios 33, 33v y 34).

 

PAVIMENTO DE LA CALLE HOLANDILLAS -1852-

En el año 1834, D. Ignacio Santomé y Aguiar, Teniente de Infantería, se dirige por escrito al ayuntamiento quejándose del pésimo estado de la calle Holandillas. En uno de sus apartados dice:

“que en la calle Holandilla, en que vive, es acaso o sin acaso una de las más transitadas de esta ciudad y aunque no lo fuera, basta saber que por ella salen y entran dos veces a la semana los correos que van y vienen de esta ciudad a las villas de Vivero y Ribadeo, que los que concurren de ambos puntos; el del Valle de Oro y de otros varios pueblos a esta ciudad, que son de mucha frecuencia, han de entrar precisamente por la citada calle o por la parte de San Antonio, cual viajen de píe, cual montados, alegase a todo esto que al fin de ella está situado el cementerio de esta ciudad, al que van a ser sepultados todos los hombres y mujeres que mueren en el largo distrito y número de población de su única parroquia, excepto los eclesiásticos…”.

La calle de Holandillas se consideraba que debía ser de las mejores de la ciudad, pero, sin embargo, se advertía que por desgracia era una de las más malas.

 

El 25 de septiembre de 1839, D. Ramón Posada Pardo, también se dirigía por escrito al ayuntamiento, quejándose del lamentable estado de la calle Holandillas:

“Con el debido acontecimiento expongo a V.S. qué como vecino de este pueblo y generalmente interesado en su ornamento y policía, al pasar diferentes veces a píe y a caballo por el camino que sale de la calle Holandillas hacia el cementerio, he observado que un poco más abajo de este, en donde concluye el empedrado, con motivo de hacer pedimento, se había profundizado el camino de tal manera, que si venía un carro, aunque fuese vacío, tiene que volverse atrás. Que siendo una de las entradas más concurridas y debiendo tener lo menos 18 cuartas de ancho, resultaba que solo cabían dos carros ordinarios, cuyas ruedas apenas distan cinco cuartas una de otra…”.

 

A comienzos del año 1852, se decide construir el camino vecinal de primer orden desde Vilalba a la Barca de Porto. Aprovechando esta circunstancia, el ayuntamiento toma la decisión de emprender el nuevo pavimento de la calle Holandillas. En uno de los apartados de la obra proyectada y rematada por Domingo Villarino, nos dice:

“desde el caño que recoge las aguas de Los Castros y Vélez, hasta la última puerta de la casa de D. Santiago Santomé y hermanos, retirando un poco la huerta de D. Fernando Lago para dar el ensanche necesario a la calle, previa indemnización a dicho señor. Además, después de levantada la calle deberán hacerse en el pavimento las rebajas que sean necesarias o que exige el nivel que trae el camino, la calle deberá quedar con un paseo a cada lado, casi o todo de cantería, elevando sobre la margen de la calzada, cuatro pulgadas, desnivelando el uno y medio por ciento para el corrimiento de las aguas. El centro de la calle será de calzada alomada, a cuyo efecto tendrá de caída desde el centro una pulgada expresada por vara hasta el borde. Esta calzada tendrá entre listones o paseos, diez píes de ancho, o sea, de caja recta a no ser en la entrada y salida que debe ensanchar insensiblemente hasta empalmar, para lo que se cree necesario el retirar la pared de la huerta del señor Lago”(AHAM – Carpetas 1626 y 1628, obras de pavimentación de varias calles.)

 

Relación de obras para la mejora de la calle Holandillas. 13 de agosto de 1852.

Sospechamos que los escasos caudales de los que disponía la corporación mindoniense fueron los causantes de que esta obra tan demandada y necesaria, no se realizara con anterioridad.

En marzo de 1852, D. Fernando Lago (escribano) manifiesta al ayuntamiento que desde luego renuncia en beneficio del público el importe del terreno que se le saque a su huerta de la calle Holandillas, para dar a esta el ensanche que se pretendía.

 

CASA CUARTEL DE LA GUARDIA CIVIL

A finales del año 1934 la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Mondoñedo no reunía unas condiciones óptimas de alojamiento de las fuerzas aquí destinadas, por ello se formó una Comisión para buscar una edificación que reuniera unas cómodas instalaciones de alojamiento, de seguridad y lo suficientemente grandes como para dar alojamiento a un posible incremento de fuerzas.

Guardia Civil. Año de 1844.

Por ello, a comienzos del año 1935, se pensó en construir un nuevo edificio, adaptar alguno municipal o alquilar alguno a particulares. La primera solución fue inmediatamente considerada desfavorable y la segunda tampoco fue considerada adecuada, con lo que se optó por la tercera vía.

Para esta opción, de alquiler, se realizan gestiones diversas, así se contacta con el Rector del Seminario, por una parte, y con varios particulares por otra. Ellos fueron los Srs. Egerique, Moiño y Martínez, respecto a diversas edificaciones de su propiedad situadas, en la Plazuela 14 de abril (actual del Seminario), calle Ramón Alonso (actual Julia Pardo), Casas Nuevas y Pardo de Cela.

Tras ello son visitadas las citadas edificaciones, por parte la Comisión y es elegido el edificio del Sr. Egerique [Nota 1: El 2 de octubre de 1912 se casa en la iglesia parroquial de Santiago de Mondoñedo con Dolores Álvarez Mon Basanta, cuya familia había adquirido la edificación por compraventa] por su situación, solidez, capacidad y ser fácil de acondicionar.

Su propietario accede al arriendo, aunque surgen algunas dificultades con los inquilinos existentes que son rápidamente resueltas por el propietario. El acuerdo de arriendo dice así:

“En la ciudad de Mondoñedo, a cinco de marzo de 1935. Ante mí, D. José Barja y Alonso, abogado y Notario de los Ilustres Colegios de La Coruña, vecino de esta población, delegado y archivero general de protocolos del partido, comparece:

 

El Señor Melchor Egerique y Villalba, de cincuenta y un años de edad, casado con la Señora Dª Dolores Álvarez Mon y Basanta, abogado y Notario, vecino de la villa de Ribadeo y con cédula personal de clase once, número tres mil novecientos veintinueve, fecha veintitrés de noviembre del año pasado y el Señor D. Germán Rego González, mayor de edad, casado, del comercio, de esta vecindad, también provisto de cédula personal del corriente ejercicio.

 

Intervienen:

El Señor D. Melchor Egerique y Villalba, por su propio derecho y el D. Germán Rego González, en concepto de Alcalde-Presidente del Excelentísimo Ayuntamiento de Mondoñedo, en representación del mismo y cumpliendo el acuerdo inserto en la certificación que me exhibe y protocolizo a continuación de esta escritura, de la que formaran parte integrante.

 

Exponen:

PRIMERO, el D. Melchor Egerique y Villalba que, por legítimos títulos que no exhibe ni refiere, es dueño de la siguiente finca urbana, que radica en esta ciudad de Mondoñedo. Una casa sita en la calle de Montero Villegas, hoy Ramón Alonso, numerada con el ocho, conocida por “Casa Santomé”, compuesta de dos pisos y planta baja, con una huerta amurallada, de 17 áreas, 85 centiáreas. Linda, por la derecha, entrando, casa de los herederos de D. Federico Martínez; izquierda, huerta de D. Ramón Otero e hijos; espalda, labradío de D. Ramón Cabanela y otros y parte dicha calle. Por este linde tiene una puerta que comunica con los labradíos que se llaman “Rocha de Vélez” y es para servicio con carro de la finca descrita.

SEGUNDO. Da en arriendo al Excelentísimo Ayuntamiento de Mondoñedo la finca deslindada, con destino a “Casa Cuartel” del puesto de la guardia civil, de esta ciudad, y con arreglo a las siguientes estipulaciones:

 

ESTIPULACIONES:

A)-El precio a merced del arriendo es el de tres mil doscientas pesetas anuales, pagaderas por trimestres vencidos, a razón, por consiguiente, de ochocientas pesetas cada trimestre.

B)-Dicho propietario obligase a realizar por su cuenta las obras precisas por lo que se refiere a los pisos primero y segundo, con arreglo al plano al efecto formulado y aprobado por el Primer Jefe del Benemérito Instituto, de esta provincia, y a acondicionar en la planta baja locales aptos para sala de armas, un despacho y depósito de individuos y en la bohardilla dos o cuatro habitaciones para guardias solteros y ocho dependencias para servicio de leña y carbón.

C)-Tales obras se comenzarán el día diez de los corrientes y el edificio será entregado en condiciones, en el mes de junio próximo, corriendo la renta estipulada a cargo del ayuntamiento a partir de su entrega. La que satisfaga el Estado directamente se descontará de la señalada de tres mil doscientas pesetas.

D)-El plazo de duración del contrato de arrendamiento es el de diez años, a contar desde el mismo día diez de los corrientes, aun cuando la renta no comienza a devengarse hasta su entrega en condiciones, y no podrá ser rescindido dicho contrato por causa alguna (salvo la destrucción del edificio), sino mediante la indemnización de dos mil pesetas anuales.

E)-Los gastos de celebración de este contrato son de cuenta del arrendador, el cual queda obligado a la realización de las obras indicadas, y a la de las ordinarias de conservación del edificio durante la vigencia del contrato, reservándose el Ayuntamiento el derecho de subarriendo del edificio, sin detrimento de la distribución acordada del mismo…

Lugo, 2 de marzo de 1935. El Primer Jefe. Carlos Lapuerta. Rubricado. Sr. Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Mondoñedo.”

Son testigos, por ellos designados: Wenceslao López Freire y José Díaz Jácome (AHPL - Protocolos notariales de D. José Barja y Alonso, año 1935, número 107).

 

Antes de la entrada de la Benemérita en el edificio, fue necesario construir un pesebre para las caballerías de la Guardia Civil. Tarea que realizó Manuel Vieites Lage, natural de Viana do Castelo (Portugal) y casado con la mindoniense Filomena Cantil Tapia. El edificio fue entregado en condiciones óptimas a la Guardia Civil el 10 de junio de 1935 (AHAM – Acta de 1 de febrero de 1935).

 

Pareja de Guardia Civil a caballo. Alameda de Os Remedios. Mondoñedo. 1937.

En 1938, el puesto de la Guardia Civil de Mondoñedo estaba dotado con:

D. Manuel Galende, brigada.

D. Agustín Arias, guardia.

D. Antonio Romay, guardia.

D. Miguel Nieto Carretero, guardia.

D. Bautista López López, guardia.

D. Alfredo Trebolle Díaz, guardia.

D. Manuel Devesa Álvarez, guardia

 

Esta bonita y esbelta edificación fue ocupada por la guardia civil hasta comienzos de los años noventa del siglo pasado. En sus dependencias residían varios miembros del Benemérito Cuerpo, con sus familias. Había un despacho para el Jefe de Línea, otro para el Comandante de Puesto, una salita para el guardia que realizaba servicio de puertas, una cuadra para dos espléndidos caballos, con los que realizaban numerosos servicios y la huerta situada en la parte posterior, era ocupada por los tendales de los residentes e incluso como lugar de esparcimiento de sus moradores.

A comienzo de los años setenta continuaba ocupando esta noble edificación la dotación del cuerpo de la Guardia Civil destinada en Mondoñedo y eran sus propietarias Dª Mercedes y Dª Remedios Álvarez Mon, familiares del Sr. Egerique, a quienes se les abonaba el importe de la renta. Ambas eran residentes fuera de Mondoñedo.

 

El final del uso como Casa Cuartel de la Guardia Civil es de esta década, antes citada, y se debe a varios factores. Estos son el no cumplir unas aceptables condiciones de habitabilidad la edificación y el hecho de llevar a cabo el instituto armado algunos cambios de organización.

Así, a comienzos de los años noventa, esta noble edificación de la actual rúa de Julia Pardo deja de estar ocupada por el Benemérito Cuerpo. Trasladan sus dependencias a los bajos de una edificación de la Avenida Eladio Lorenzo de Mondoñedo, antes de su traslado a la ubicación actual en Viñas da Veiga.

 

CURIOSIDADES DEL EDIFICIO

EFIGIE ESCULPIDA EN PIEDRA DE GRANITO

En el portal de entrada e inicio de las escaleras por las que se asciende a la primera altura de la edificación, esculpida toda en piedra de granito, sobre una base también granítica se sitúa una bonita esfinge.

Estamos ante una escultura con rasgos orientalizantes, más propios del oriente mediterráneo que del occidente europeo. Desconocemos el autor y la razón última de la dicha escultura, pero, en las fechas de construcción del edificio (entre finales s. XVIII y comienzos del s. XIX, como ya se ha visto), debemos focalizar un contexto histórico-cultural europeo, centrado en un momento de redescubrimiento, o incluso de descubrimiento idealizado, de modelos egipcios y de la cultura egipcia en general, incluso de modelos vecinos del área oriental mediterránea por asociación, que pueden explicar el gusto por este tipo de esculturas y que se verán incrementados a lo largo de todo el siglo XIX.

Por todo ello estamos ante un objeto extraño para Mondoñedo, pero en la línea de la modernidad culta del momento histórico de esplendor de la casa grande de los Santomé.

Esfinge al pie del inicio de las escaleras de acceso a los pisos superiores, justo en frente a la puerta principal. Pazo Santomé.


RECIPIENTE PARA VERTER AGUAS

En el portal de la edificación y a mano izquierda de su entrada, se encuentra colocado en la pared un recipiente de forma circular, construido en piedra de granito y con un pequeño orificio en dirección al exterior, a la calle.

Conocemos la existencia de otro recipiente de la misma forma y tamaño en el portal de la edificación de la familia Pardo Osorio, también conocido como “Señor de Samarugo” en la calle de La Peña de Francia de Mondoñedo. Preguntamos a algunas personas más duchas en esta materia que nosotros y nos dijeron que era para verter aguas no pluviales al trazado de la calle. Con el paso del tiempo, la pavimentación de las calles y unas medidas de higiene más optimas, se llegó a prohibir, por medio de unas ordenanzas municipales, su uso. Se quería mejorar la salubridad de la población y al mismo tiempo, el esplendor y ornato de la ciudad. Solamente conocemos la existencia de dos de estos recipientes en estas nobles edificaciones del casco urbano de Mondoñedo.

Vertedero de aguas al exterior de la vivienda. Pazo Santomé.

Según un documento existente en la carpeta número 1626 y de fecha 1852, del archivo municipal de Mondoñedo, se hace referencia a los desahogos de las edificaciones existentes en este tramo de la antigua calle Holandillas. En uno de sus apartados dice:

que se quite un ribazo de tierra que estrecha la calle en una de sus extremidades. La comisión deseaba que se construyera un caño para el desahogo de inmundicias, que suelen, por falta de esta, depositarse en una de sus aceras, más la comisión se abstuvo de proponerlo atendiendo a que sus vecinos la rechazaban; unos por tener cañería particular para sus cloacas y otros, por no darles salida a la calle.

 

La ventaja de la cañería estaba demostrada, con objeto de dar salida a las inmundicias depositadas en la calle y por los malos olores que causaba a todos los moradores.

En otro apartado nos dice:

“Si al realizar la explanación fuese preciso algún reparo en la cañería de la casa de Santomé, u de otra cualquiera de la calle, ha de hacerlo el contratista por cuenta del importe en que tenga lugar el remate de la obra”.

 

EMBLEMA EN UN BALCÓN Y PUERTA DE ENTRADA

Nos llamó poderosamente la atención el emblema que podemos observar en los hierros del balcón de la segunda altura de la edificación. Más de una vez, permanecimos en su frontal contemplándolo. Es el emblema usado por los judíos (Estrella de David) y el Estado de Israel en su bandera. ¿Qué relación guarda con la familia Santomé-Puga?

Estrella de David en las rejas del balcón del primer piso. Pazo Santomé.

Otro emblema, también construido con artísticos hierros, fue colocado sobre la puerta de entrada al caserón y bajo el dintel de la misma. Destacan unas artísticas A.M. 

Detalle de los hierros de la puerta de acceso principal.

USOS Y OCUPACIÓN ACTUAL.

Este edificio, tras dejar de ser Cuartel de la Guardia Civil de Mondoñedo, recae en el Ayuntamiento de la ciudad que, a su vez, lo cede a la Xunta de Galicia quien lo restaura completamente para dotarlo adecuadamente y ser la sede de la Fundación Comarcal A Mariña Central, incluyendo en el mismo otros servicios como ser la sede del GDR Terras de Miranda y dedicar una planta a Centro de Interpretación del Camino Norte a Santiago.

En la actualidad, el edificio ha revertido nuevamente en el Ayuntamiento de Mondoñedo al dejar de funcionar las fundaciones comarcales. Y, con ello, se han modificado sus espacios y usos diversificándose los mismos de forma considerable.

Así, si bien se mantiene como sede del GDR Terras de Miranda, ya no es el lugar que ocupa el Centro de Interpretación del Camino Norte a Santiago que ahora está en la antigua iglesia de San Pedro de Alcántara. Aunque ello no implica que haya perdido vida, sino todo lo contario.

Es ahora, pues, la sede de la Federación Gallega de Espeleología y el Centro de Documentación de Espeleología, esta última, dependiente de la federación, es la heredera de la gran biblioteca que sobre tema espeleológico tenía la Federación Española de Espeleología, que tras su disolución, ha venido a parar a Mondoñedo a través de la federación gallega que la gestiona.

También el edificio alberga sedes de otras empresas y es espacio Co-Working.

Así mismo este espacio continúa con su vocación museística y alberga en su primer piso un espacio dedicado a José Barro, pionero del automóvil y, en su segundo piso, alberga el Museo das Zocas de Alberto Geada.

Más allá de ahí podemos encontrar otros espacios multiusos, como es el bajo de la edificación, que, con una sala de conferencias, alberga presentaciones de libros, conferencias, ciclos de charlas o proyecciones culturales.

Como se puede ver, esta edificación histórica es un lugar central de la vida cultural de Mondoñedo.

 

COMO REMATE

Los Santomé no levantaron grandes pazos ni muchas casas blasonadas. Pero sobresale sobre todas, la edificación de la calle Holandillas de Mondoñedo. Como nos dicen en su brillante publicación D. José Luís Novo Cazón y Dª Ana María Cuba Regueira:

“Los rugidos de los cinco leones dispuestos en Sotuer, armas correspondientes al gentilicio Santomé, no se escucharon en muchas latitudes del norte de Galicia”

Los descendientes dejaron desvanecer durante tres o cuatro generaciones los pazos, casonas o capillas de la familia y la acción demoledora del tiempo y la irrefrenable capacidad expansiva de la vegetación hacen que se apoderen de algunos.

¡Tanta grandeza pasada y tanta ruina presente!

 Como curiosidad, rematamos el trabajo comentando que un nieto de D. Francisco Santomé, de nombre D. Juan José Uría Santomé, se casó con Dª Julia Martínez Fullós, natural de Santiago de Compostela. En el año 1861 lo encontramos de primer comandante del Batallón Provincial de Mondoñedo. El matrimonio residió durante su estancia en Mondoñedo en una vivienda de la calle Batitales Baja (Actual de Lence Santar). A D. Juan José se le concede el retiro en el mes de abril de 1875. En esa fecha ejercía el empleo de coronel de Infantería.

Esquema genealógico de los "Santomé" citados en este trabajo.

                                            

ARCHIVOS

AHAM – Archivo Histórico Ayuntamiento de Mondoñedo

AHDMF – Archivo Histórico Diócesis Mondoñedo-Ferrol

AHPL – Archivo Histórico Provincial de Lugo

 

BIBLIOGRAFÍA

Cal Pardo, E., Episcopologio Mindoniense, col. Anejos de Cuadernos de Estudios Gallegos, n.º 28, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Santiago de Compostela, 2003

Cuba Regueira, A. Mª y Novo Cazón, J. L., A Liñaxe Fidalga dos Santomé, Serie Biblioteca Chairega, n.º24, Instituto de Estudos Chairegos, Vilalba, 2014

Novo Cazón, J. L, “A Casa dos Santomé en Mondoñedo” Amencer, nº 217, marzo-abril, Real Seminario Santa Catalina, Mondoñedo, 2012,

De Yebra y Ares, A. B, Pazos y Señoríos de la Provincia de Lugo, Tomo II, Diputación Provincial de Lugo, Lugo, 2012

 

RECURSOS WEB

El Teniente Santomé” en Blogoteca: Miscelánea Mindoniense, 30 abril de 2020: http://blogoteca.com/doural/index.php?cod=156263

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